martes, 24 de marzo de 2009

Comparecencias y silencios.

Las comparecencias del señor Antich, de un tiempo a esta parte, son contadas, escuetas, inconcretas y llenas de caminos que se pierden en la nada. Nunca fueron como para instruir cátedra, pero parece que se ha instaurado la consigna entre quienes le aconsejan de quitar tensión, obviar los temas que puedan dejar heridas en el pacto, y hablar de otros temas que apenas le comprometan.

Muy diferente era la actitud cuando surgieron casos de presunta corrupción en el gobierno del señor Matas. En aquellos momentos, animaron y alimentaron el escándalo y la propaganda sobre las malas artes de los políticos del PP, solicitando claridad, haciendo uso de los medios de comunicación para solicitar explicaciones. Y no es criticable, la verdad, que su actitud fuera en pro de conocer la verdad.

Pero esa moral que les llevó a desenmascarar a los contrincantes políticos deberían usarla para juzgar los casos de corrupción que les están creciendo bajo los pies, tanto en su propio partido, como en los que forman gobierno junto a ellos. El problema es que señalar con el dedo acusador a sus socios de gobierno podría dejarles en una situación realmente inestable, próxima al precipicio político. Y entenderán que en esos casos, hacer uso de la moral no es conveniente, ni práctico.

Me cuesta entender cómo los votantes de UM no piden explicaciones a sus directivos imputados, ante el cierre de filas y despotismo con el que están actuando sus representantes. Me cuesta también creer en una salida honrada de esta situación. Cabe esperar cualquier pirueta, tirabuzones pactados para conseguir, mientras puedan, mantenerse subidos a la cuerda. Algún día, los movimientos ciudadanos, haciendo uso de su capacidad cada vez más organizada, cortarán los hilos que atan a estos personajes a sus cargos. Regeneración democrática, en Baleares, más necesaria que nunca.

jueves, 19 de marzo de 2009

Éxodo

Descubrir esa parte de nosotros mismos que nos impide evolucionar, nos permite sublevarnos con todo aquello que nos ha mantenido inmóviles durante un cierto tiempo. Y eso, llevado al campo de la sociedad y la política, genera tensiones donde poco antes hubo calma, y genera desconcierto donde poco antes hubo entendimiento.

La sociedad mallorquina lleva varios meses viviendo en sus carnes el éxodo masivo, tanto de acción como de intención, que está siendo causado por las diferencias renacidas entre nuestros políticos y los diferentes grupos sociales. Quizás por esa razón, la falta de ética en muchos casos queda relegada a la categoría de anécdota, solapándose con noticias que dejan de ser actualidad al instante.

El éxodo tiene antecedentes recientes, como el que llevó al señor Matas a poner tierra de por medio y abandonar la isla en la que poco antes cabalgaba a sus anchas. Dejó huérfanos a muchos que vieron como su castillo de naipes se desmontaba, dejando al aire todas las vergüenzas de varios años de clientelismos e intereses encubiertos.

Encontramos otros tipos de éxodos, como el que se produce con el dinero destinado a obras públicas, que termina yaciendo en cuentas privadas o en jardines de diseño, por nombrar sólo los lugares menos comprometidos. Estos días conocemos un posible delito de malversación y aprovechamiento de dinero de obras públicas para desarrollar la obra privada del señor Aguiar.

Pero el que, en mi opinión, es el peor de los éxodos es el que llevan a cabo las empresas afincadas hasta hace poco en las islas, y la de los profesionales que se ven obligados a hacerlo para salvaguardar la valía de sus conocimientos por encima del idioma en el que los ponga en práctica. El caso de los médicos es un botón que debería servir como muestra de lo que puede ocurrir entre los profesionales de valía demostrada a los que se les aprietan las tuercas idiomáticas, siempre acompañadas de las ideológicas.

Las empresas, como Spanair, que no han conseguido subsistir en las islas, y tantas otras dedicadas a la aviación que no han sido capaces de encontrar el equilibrio. Muchos puestos de trabajo deshechos, muchas personas huérfanas de quehaceres diarios, conflicto social, bajada del consumo y previsiones turísticas no muy alentadoras… lo normal en esta situación es que el éxodo fuese masivo.

viernes, 13 de marzo de 2009

Gobernando en patota

Cuentan los que han visitado algunas regiones de Sudamérica que la palabra “patota” suele referirse a un grupo (normalmente de jóvenes) que suele violar las normas sociales de comportamiento público. Descubrir que hay vocablos al otro lado del atlántico que definen lo que está ocurriendo en el gobierno de nuestra comunidad, te hace valorar cada día más la grandeza de nuestro idioma.

En plena cumbre por tierras alemanas, las imágenes reflejan con gran claridad la hipocresía de nuestros gobernantes. Los líderes políticos que se anclan a los escaños que nos representan utilizan diferentes varas de medir según su conveniencia, y hacen, al fin y al cabo, uso de su poder político para llevar a buen fin sus intereses particulares o partidistas.

Y la situación se agrava claramente al padecer un gobierno hexapartito, en el que cada vértice estira buscando su beneficio, deshaciendo el suelo del actual formato de gobierno. Mientras tanto, los que estuvieron antes, desalojados del hábitat que siguen creyendo que les pertenece, desdibujan sus diferencias con algunos partidos para convertirlas en acuerdos, desestabilizando así lo que nunca fue estable.

Ese pacto que hace ya un tiempo asombró a la plenitud del pueblo balear ha vivido desde su creación en la cuerda floja, al borde de la ruptura, jugando con una pelota que a todos les viene grande, y que a duras penas mantienen en el aire, como un malabarista fracasado.

Los líderes del Pacto han exhibido una cordialidad inexistente, mientras su pequeña criatura vive la peor crisis desde su constitución y se encuentra acorralada mientras espera que la enésima negociación le saque de su hastío.

Así pues, ese gobierno de joven formación, que supo estar preparado para asaltar el viejo fortín de los de siempre, se sienta ahora en patota, sin saber muy bien por qué, para hacer no se sabe muy bien qué, pero con el único objetivo de evitar que aquellos que lo hicieron demostradamente mal no tengan la oportunidad de repetir sus hazañas.

¿Debemos, pues, los ciudadanos, conformarnos con gobiernos en patota, menos malos que otros anteriores, o deberíamos buscar fórmulas que nos permitan tener una voz real entre nuestros gobernantes? Ya hay nuevas formaciones que trasladan la voz de la calle a diferentes niveles, que respiran aires nuevos, limpios de clientelismos, y que nos permiten apostar por el cambio real, el de la política en beneficio de todos.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Campañas con photoshop

Las campañas publicitarias están diseñadas de forma estratégica para lograr unos objetivos concretos, y si se trata de una campaña con algún tinte político-administrativo, suele ir acompañada de un elevado presupuesto para su puesta en funcionamiento.

El dinero público, acusado a veces de no tener dueño conocido, sirve en ocasiones para rizar el rizo del despropósito y demostrar el grado de competencia de nuestros representantes. De hecho, lo más sorprendente de todo esto es que ya no nos sorprende; hemos aceptado la incompetencia como característica innata en nuestros gobernantes. Y mientras tanto, ellos se miran en el espejo ajeno siempre que pueden, buscando reflejos de una imagen que no poseen.

Son muchos los casos que estos últimos meses nos bombardean con sus errores de forma, sus imperdonables e incomprensibles meteduras de pata que solo pueden entenderse desde la falta de rigor e interés por el trabajo realizado, y mucho menos, respeto por el dinero que se invierte en dichos trabajos.

Desde la catedral de Palma bañada en su base por el río Guadalquivir, pasando por las campañas de la Costa Brava en las que aparecen imágenes de las Bahamas, o la que aparece en el programa distribuido con motivo del Fòrum Gastronòmic Girona 09 donde se ha retocado una foto de una playa australiana insertando los logos del forum en las camisetas de los protagonistas.

Pero hay una que me llama especialmente la atención, por las dobles lecturas que pudiera inducir. Se trata de la trilogía de la última campaña del PNV para las elecciones vascas:

- El primero de los anuncios recrea la llegada de una mujer embarazada a un hospital madrileño, pero en el que se colocaron como atrezzo varios paneles de Osakidetza. Tras dar a luz, la protagonista afirma que para el futuro de su hijo quiere alguien con experiencia, en quien confiar.
- En el segundo vídeo, rodado en las montañas segovianas que simulan ser vascas, unos escaladores, al coronar la cumbre, enarbola una ikurriña, mientras animan a votar a quien nos está llevando a lo más alto.
- El último anuncio, rodado en un simulador de vuelo de Iberia, un viajero apuesta por un piloto con muchas horas de vuelo, con el mejor equipo y que nos dé seguridad, e insiste en que hay que votar a la persona en la que se puede confiar.

Lo peor no es sólo la falta de rigor y capacidad del equipo que diseña, ejecuta y pone en marcha esos anuncios, sino la ineficacia de los que los contratan, haciendo uso de dinero público sin unas mínimas garantías, de los que revisan y aprueban dichos trabajos, de todos esos consejeros que tienen como única dedicación la promoción de su trabajo.

lunes, 2 de marzo de 2009

El escaño 75

Quien iba a pensar en Septiembre de 2007 que aquel grupo de personas que ponían en marcha una plataforma cívica que evolucionó dando forma a UPyD sería hoy, año y medio más tarde, clave para la formación de un gobierno no nacionalista en el País Vasco. Y es que, de nuevo, una de las sorpresas de la jornada electoral la ha dado sin duda UPyD, que ha conseguido obtener un diputado, incorporándose como nueva fuerza política en la cámara vasca.

UPyD puede convertir ese escaño en la voz de la conciencia nacional en territorio vasco, haciendo uso de su discurso nacional, inalterable en cualquier parte del territorio español, para apoyar el nuevo gobierno constitucionalista del futuro Lehendakari. Queda demostrado, pues, el tirón electoral de la marea magenta, tanto en el País Vasco, donde puede ser clave para la formación de gobierno, como en Galicia, donde se ha situado como la cuarta fuerza política y triplica votos respecto a las pasadas elecciones generales en esa región.

Hoy hay algunos que comentan que la transición en el País Vasco llega hoy a su fin. Los nacionalistas pueden quedar fuera del Gobierno Vasco por primera tras 30 años de supremacía, en mayor o menor medida, con todo lo que eso conlleva. Muchos habrán visto temblar el suelo bajo sus pies, muchos clientelismo que pueden quedar desmontados si es investido Lehendakari Patxi Lopez.

Es justo agradecer a todas esas personas que han dedicado tiempo, esfuerzo y dinero en sacar un proyecto como este adelante, ante la admiración de muchos, ante la pasividad de otros, y la incredulidad de la mayoría. El pueblo ha podido hablar sin tapujos a través de sus votos a UPyD, dejando de lado antiguos miedos, dando paso a un nuevo aire político en Euskadi. Enhorabuena a Patxi Lopez, enhorabuena a los demócratas en el País Vasco, y enhorabuena a todos los españoles que han creído siempre en lo que hoy puede ser una realidad.