martes, 22 de diciembre de 2009

¿Por qué lo llaman “dimisión” cuando quieren decir “huida”?

El ya ex presidente de UM ha anunciado que ha decidido retirarse de la vida política, su dimisión como presidente de UM y como diputado en el Consell de Mallorca. Ha alegado, para todo ello, que ha actuado de acuerdo a su conciencia y cumpliendo el código ético que se acordó días atrás. Todo esto tras haber declarado como implicado en el caso Maquillaje, y tras habérsele retirado el pasaporte como medida cautelar.

Vestidos de falsos demócratas, los miembros del partido en cuestión han ido desapareciendo de la vida política, sin más ruido, dejando tras de si una estela de visitas al juzgado, de imputaciones, de testimonios cuanto menos sorprendentes. No se han visto esposados, de momento, pero todo es posible, y algún periódico trata de suavizar las noticias, nada comparable a la actitud tomada con otros casos de corrupción acaecidos hace pocas fechas.

La pregunta que se hace ahora la opinión pública es si se va a devolver todo ese dinero del que se está hablando, de si todo eso va a revertir en los ciudadanos. Seguramente no, se habrá difuminado en comisiones, en entramados de cuentas del que nunca se encuentra el extremo, y se pasará por encima, sin más pena que gloria, dejando paso a nuevos dirigentes con el expediente a cero, pero dispuestos a volver a empezar.

Los ciudadanos, tal como hicimos hace algunos días, debemos reivindicar nuestro derecho a ser liderados por personas decentes, demócratas de verdad, que busquen el bien común en beneficio de todos, y no la ampliación de su patrimonio mientras dure el circo. Demos la oportunidad a partidos que nacen desde la ciudadanía y para la ciudadanía, y plantémonos ante todos los que, echando mano de una conciencia que nunca usaron, hacen llamamientos a la transparencia, cuando su pasado y su presente están llenos de claroscuros, de mayor o menor tamaño.

La legislatura, si algún otro golpe judicial no lo remedia, se agotará en estas pésimas condiciones de gobernabilidad, y la oposición seguirá más preocupada de lo que va a ocurrir que de lo que está ocurriendo. Las islas llevan tiempo paralizadas, viéndolas venir, participando de la tragicomedia en la que nos hemos visto inmersos, con personajes de primera fila, tramoyistas y algún que otro bufón. Sírvanse ustedes, y disfruten del espectáculo, que esto todavía no ha terminado.

jueves, 10 de diciembre de 2009

El código d'Antichi

Hablar de ética en la política balear no puede más que hacernos sonreir, y más de un tiempo a esta parte. Hablar, para más inri, de código ético en nuestras instituciones es ya una prueba de lo obscenos que pueden llegar a ser nuestros dirigentes, y de la poca capacidad de autocrítica de la que son poseedores.
Siendo, como somos, la comunidad más corrupta de España, teniendo casos de corrupción en varios partidos, en el gobierno y en la oposición, imputados en diferentes instituciones, pactos que incluyen los votos de esos imputados, e innumerables causas aún por esclarecer, parece una broma que esos mismos polítcos decidan hacer, dadas las fechas entrañables en las que nos vemos inmersos, un gesto de buen hacer y firmen un Código ético por el que regirse de ahora en adelante.
Definitivamente se están riendo de nosotros. Hasta ahora podía caber alguna duda en mentalidades más ilusas, o menos predispuestas a ser críticos con nuestros gobernantes, pero tras los acontecimientos de estos días, no puede quedar un ciudadano en su sano juicio que no se sienta engañado por aquellos a los que votó en las últimas elecciones (fueran del color político que fuesen).
Aún hoy salen algunos miembros del pacto señalando la fortaleza del mismo en beneficio del ciudadano, al que se le haría un flaco favor si se promoviesen elecciones anticipadas en estos momentos. Se escudan en el hecho de que paralizar el trabajo de las instituciones durante unos meses tendría consecuencias negativas sobre los ciudadanos, y que es preferible mantener el gobierno actual, aunque sea a costa de la dignidad y la ética, aunque sea despojándose de la poca coherencia que pudiese quedarles.
Y digo yo ¿acaso no llevan nuestras instituciones meses sin tomar decisiones importantes?¿Acaso no están paralizadas la mayoría de las propuestas electorales?¿Acaso no son muchos los proyectos que se han quedado sin financiación en favor de políticas lingüíticas y de Normalización de ciudadanos que ya no sentíamos normales?. De nada sirve que el próximo día 12 de Diciembre muchos de nosotros salgamos a las calles a reivindicar decencia política, cuando después hacemos de nuestro voto un cómplice de la hipocresía parlamentaria de nuestras islas.
A ver si aprendemos de una vez que nuestras islas se merecen ciudadanos a la altura, políticos que vivan la misma realidad que nosotros, elegidos democráticamente, y no bajo pactos aninatura. Debemos soltar lastres, y limpiar de antiguos lodos las instituciones que nos representan. En nuestras manos está, y cuánto antes, mejor.