La crisis es ya para nosotros una estación de cercanías, en la que cada tren que llega trae peores noticias que el anterior, y de la que no podemos salir, porque afuera la nieve y los temporales han inutilizado nuestras carreteras.
Se ha convertido, sin darnos cuenta, en compañera de nuestros desayunos, en la sombra que nos persigue cuando salimos de paseo por las tiendas donde antes podíamos comprar, y ahora muestran carteles de liquidación y traspaso. La crisis es hoy económica, financiera, inmobiliaria, y si me apuro, moral, fiscal, jurídica…
Hay tantas crisis que nos negamos a reconocer que seríamos incapaces de resolverlas todas juntas. Cada una de ellas con sus causas, sus consecuencias, pero en todas hay un factor que me parece común: el manejo del tiempo. Y es que el ser humano tiene la extraña manía de actuar siempre a destiempo, fuera de plazo, en el último momento, tarde.
Un caso, el de la bandera española ondeando en la fachada del Parlamento Vasco. Algo normal, pero que al Gobierno Vasco le ha costado más de 20 años entender, y mediante una sentencia del Tribunal Supremo. Izaskun Bilbao ha desoído a los compañeros de partido, y sin mucha promoción, ha hecho colocar la bandera junto a las ya presentes.
Que eso ocurra en vísperas de unas elecciones puede llevar a confusiones, a malos pensamientos, e incluso a teorías sobre la intención o no de reanudar el conflicto con los símbolos. El caso es que tras tanto rumor de ilegalización, tras tanto desmarque, remate y descanso moral de muchos de los políticos vascos, las palabras han dejado lugar a los hechos, y las cosas están, por primera vez, en su sitio.
Ni de hablar de otros políticos autonómicos que deberían tomar nota, y dar explicaciones sobre lo que ocurre, y en que tiempos ocurre. Lo de Touriño es un nuevo error de manejo del tiempo. Si esos gastos extralimitados se hubiesen llevado a cabo hace 4 años, nadie hubiese dicho absolutamente nada. Lo que ocurre es que salen a la luz en medio de un periodo de crisis, de unos niveles de paro impensables, de familias sin recursos…¿había un peor momento para adquirir coches blindados de lujo, o sillas de más de dos mil euros? Me imagino que no.
Quizás hoy es tiempo de apoyar a tiempo a nuevas ideas, a nuevas personas con ganas de hacer las cosas bien, y en su preciso momento. Hay gente con ganas, con ideas, con ilusión…sólo necesitan apoyo.
Se ha convertido, sin darnos cuenta, en compañera de nuestros desayunos, en la sombra que nos persigue cuando salimos de paseo por las tiendas donde antes podíamos comprar, y ahora muestran carteles de liquidación y traspaso. La crisis es hoy económica, financiera, inmobiliaria, y si me apuro, moral, fiscal, jurídica…
Hay tantas crisis que nos negamos a reconocer que seríamos incapaces de resolverlas todas juntas. Cada una de ellas con sus causas, sus consecuencias, pero en todas hay un factor que me parece común: el manejo del tiempo. Y es que el ser humano tiene la extraña manía de actuar siempre a destiempo, fuera de plazo, en el último momento, tarde.
Un caso, el de la bandera española ondeando en la fachada del Parlamento Vasco. Algo normal, pero que al Gobierno Vasco le ha costado más de 20 años entender, y mediante una sentencia del Tribunal Supremo. Izaskun Bilbao ha desoído a los compañeros de partido, y sin mucha promoción, ha hecho colocar la bandera junto a las ya presentes.
Que eso ocurra en vísperas de unas elecciones puede llevar a confusiones, a malos pensamientos, e incluso a teorías sobre la intención o no de reanudar el conflicto con los símbolos. El caso es que tras tanto rumor de ilegalización, tras tanto desmarque, remate y descanso moral de muchos de los políticos vascos, las palabras han dejado lugar a los hechos, y las cosas están, por primera vez, en su sitio.
Ni de hablar de otros políticos autonómicos que deberían tomar nota, y dar explicaciones sobre lo que ocurre, y en que tiempos ocurre. Lo de Touriño es un nuevo error de manejo del tiempo. Si esos gastos extralimitados se hubiesen llevado a cabo hace 4 años, nadie hubiese dicho absolutamente nada. Lo que ocurre es que salen a la luz en medio de un periodo de crisis, de unos niveles de paro impensables, de familias sin recursos…¿había un peor momento para adquirir coches blindados de lujo, o sillas de más de dos mil euros? Me imagino que no.
Quizás hoy es tiempo de apoyar a tiempo a nuevas ideas, a nuevas personas con ganas de hacer las cosas bien, y en su preciso momento. Hay gente con ganas, con ideas, con ilusión…sólo necesitan apoyo.
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