Sigue la batalla de los internautas y organizaciones de consumidores en contra del canon digital, y hoy, en diferentes medios, se han dado razones más que suficientes para revisar la normativa en vigor y estudiar de nuevo las consecuencias de dichas medidas.
Y es que hay muchos sectores implicados en este tema: Por un lado, los artistas que verán recompensado, en mayor o menor medida, el declive de la venta de cds; por otro, la sociedad española, más internauta que nunca, a la que se le está tratando como supuestos delincuentes cada vez que compran un cd o hacen uso de un mp3. También las tiendas de informática están implicadas, y los vendedores de tecnología que verán incrementados los precios de sus productos.
No sé si se han parado a pensar que un ciudadano actual, con todas las herramientas que existen para poderte comprar un cd en Pekín y un mp3 en Australia, y tenerlos en casa en 3 días, no va a dudar en adquirir dichos productos tecnológicos fuera de nuestras fronteras, en países que no tengan este tipo de gravamen. Eso va a afectar a las pequeñas y medianas empresas, que van a ver como sus ventas decrecen.
A su vez, no creo que la aplicación de esta medida sea muy coherente. Sobre todo si pienso que el gobierno socialista que la pone en marcha ha vendido por activa y por pasiva que sus políticas son siempre progresistas, y pone en marcha una serie de gravámenes fijos según las características del producto, es decir, voy a pagar 12 euros de más por una impresora de oferta de 50 euros, y lo mismo pagará el que compre una impresora de 600 euros, industrial, y que hará seguramente miles de fotocopias más que yo.
Sigo sin ver claro el tema del canon digital, y no creo que las informaciones que van surgiendo en torno a este tema vayan allanando el terreno al beneplácito de los consumidores. Ellos sabrán lo que hacen.
Y es que hay muchos sectores implicados en este tema: Por un lado, los artistas que verán recompensado, en mayor o menor medida, el declive de la venta de cds; por otro, la sociedad española, más internauta que nunca, a la que se le está tratando como supuestos delincuentes cada vez que compran un cd o hacen uso de un mp3. También las tiendas de informática están implicadas, y los vendedores de tecnología que verán incrementados los precios de sus productos.
No sé si se han parado a pensar que un ciudadano actual, con todas las herramientas que existen para poderte comprar un cd en Pekín y un mp3 en Australia, y tenerlos en casa en 3 días, no va a dudar en adquirir dichos productos tecnológicos fuera de nuestras fronteras, en países que no tengan este tipo de gravamen. Eso va a afectar a las pequeñas y medianas empresas, que van a ver como sus ventas decrecen.
A su vez, no creo que la aplicación de esta medida sea muy coherente. Sobre todo si pienso que el gobierno socialista que la pone en marcha ha vendido por activa y por pasiva que sus políticas son siempre progresistas, y pone en marcha una serie de gravámenes fijos según las características del producto, es decir, voy a pagar 12 euros de más por una impresora de oferta de 50 euros, y lo mismo pagará el que compre una impresora de 600 euros, industrial, y que hará seguramente miles de fotocopias más que yo.
Sigo sin ver claro el tema del canon digital, y no creo que las informaciones que van surgiendo en torno a este tema vayan allanando el terreno al beneplácito de los consumidores. Ellos sabrán lo que hacen.
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