Se han ido ya los mediadores, en sus coches de lujo para recorrer apenas 2 calles, con sus trajes, su ambiente de fiesta, bolsillos llenos de sus emolumentos por dorarle la píldora a sus pagadores, dejando tras de si una jornada de vergüenza y desaliento para la paz que vinieron a buscar.
Ayer el pueblo vasco fue testigo de una fiesta de lo absurdo, de una sinrazón avalada con su presencia por miembros del PNV, del PSE y de los empresarios vascos. Todos ellos, como convidados de piedra dieron fe de unas conclusiones que ensalzan las doctrinas de la izquierda abertzale sobre el final del mal llamado conflicto vasco.
Quien sale muy beneficiado de todo esto es Bildu y sus marcas adheridas, puesto que como acto de inicio de campaña no tiene precio. Volvieron a hablar de conflicto, rechazando la situación real de un escenario en el que el terrorismo no deja lugar a nada más.
Eguiguren arrastró ayer al PSE, y por extensión al PSOE, a un abismo en el que él se encuentra muy a gusto. No en vano lleva ya muchos años manejándose en esas aguas turbias próximas al mundo etarra. Ayer muchos se unieron a esa vil forma de hacer las cosas, en las que el pasado no pesa, y las víctimas de la banda terrorista se equiparan a las víctimas teóricas de un Estado opresor (hay que ser ruin para comparar una pistola con una nuca…)
La democracia es algo más sucia desde ayer en el País Vasco, la dignidad de las víctimas del terrorismo se volvió a pisotear con el beneplácito de los que allí acudieron, mediadores incluidos.
Los mediadores, al fín y al cabo, se limitaron a airear los postulados históricos de quienes les contrataron para acudir a la conferencia, intentándolo suavizar con cierto regusto edulcorado para hacerlo más comestible. Gracias a Dios, los españoles hemos entrenado el paladar para evitar tragarnos según qué tipo de historias, y a estas alturas, ya nadie debería pensar que lo de ayer sirvió para algo más que para publicitar a la izquierda abertzale.
Ayer el pueblo vasco fue testigo de una fiesta de lo absurdo, de una sinrazón avalada con su presencia por miembros del PNV, del PSE y de los empresarios vascos. Todos ellos, como convidados de piedra dieron fe de unas conclusiones que ensalzan las doctrinas de la izquierda abertzale sobre el final del mal llamado conflicto vasco.
Quien sale muy beneficiado de todo esto es Bildu y sus marcas adheridas, puesto que como acto de inicio de campaña no tiene precio. Volvieron a hablar de conflicto, rechazando la situación real de un escenario en el que el terrorismo no deja lugar a nada más.
Eguiguren arrastró ayer al PSE, y por extensión al PSOE, a un abismo en el que él se encuentra muy a gusto. No en vano lleva ya muchos años manejándose en esas aguas turbias próximas al mundo etarra. Ayer muchos se unieron a esa vil forma de hacer las cosas, en las que el pasado no pesa, y las víctimas de la banda terrorista se equiparan a las víctimas teóricas de un Estado opresor (hay que ser ruin para comparar una pistola con una nuca…)
La democracia es algo más sucia desde ayer en el País Vasco, la dignidad de las víctimas del terrorismo se volvió a pisotear con el beneplácito de los que allí acudieron, mediadores incluidos.
Los mediadores, al fín y al cabo, se limitaron a airear los postulados históricos de quienes les contrataron para acudir a la conferencia, intentándolo suavizar con cierto regusto edulcorado para hacerlo más comestible. Gracias a Dios, los españoles hemos entrenado el paladar para evitar tragarnos según qué tipo de historias, y a estas alturas, ya nadie debería pensar que lo de ayer sirvió para algo más que para publicitar a la izquierda abertzale.
2 comentarios:
Exacto.
Gracias Juan. Me alegra comprobar que alguien, a parte de mi odiador, se enteró de mi vuelta. Mucho ánimo!
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