miércoles, 13 de abril de 2011

Pasión de catalanes

Tras el gran papel cómico de los políticos minimalistas catalanes que, haciendo uso de su derecho constitucional a hacer el ridículo, salieron a la calle a promover las consultas independentistas, días después han votado en contra del mismo fin en el Parlamento catalán. Algunos hablan de disparidad de opiniones, otros de retrato de la realidad del independentismo de CIU y compañía.

En mi opinión, una gran parte de los políticos catalanes, se visten de independentistas un par de veces al año, como el que se disfraza el día de carnaval, o participa en las batallas de los moros y los cristianos. El discurso independentista está de moda, agita a una parte de la sociedad, que aún siendo mínima (basando mi afirmación en la participación en la última consulta realizada) se moviliza de forma ordenada y notoria. Será, quizás, que están muy bien financiados, subvencionados, y que cuentan con el apoyo de ciertas entidades muy interesadas en este tira y afloja identitario.

Eso si, cuando hay que retratarse ante el Parlamento catalán, se esconden tras la abstención, para no herir las sensibilidades de ninguna de las partes. Se quedan a medio camino entre sus sentimientos y sus intereses, mientras los ciudadanos que les han votado miran anestesiados, sin sentirse engañados, aprobando por omisión el continuo estado de engaño al que son sometidos.

En una comunidad en la que se han prohibido los espectáculos taurinos con tradición española, y se han blindado los que tienen raíz catalana, deberían también conservar a este tipo de político que tiene varias morales distintas, que usa a su antojo según la ocasión, y que lleva en su equipaje varios disfraces, y que es capaz que usar su coche oficial como cabina a lo Superman, y acudir a un acto vestido de radical independentista, y al poco tiempo aparecer vestido de conciliador.

Los catalanes tienen los políticos que se merecen, y sólo ellos deben darse cuenta de la casta que eligen como representantes de sus intereses, sean los que sean. Cataluña se merece otros políticos, pero quizás también se merece más implicación política de sus ciudadanos. Es hora de que los inconformistas tomen cartas en el asunto. Los conformistas, que disfruten del espectáculo que ellos mismos financian. Para gustos, colores, para pasiones, la catalana.

4 comentarios:

RAREZAS dijo...

COMO!!!!!QUE ES ESTO!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Yo te lo diré, este un personajillo que escribe este tipo de cositas, cuidado que el Señor Hidalgo tiene buen ojo y hay mucha crisis...

CURI CURI dijo...

INDEPENDENCIA????JAJAJAAJAJAJ

Anónimo dijo...

Ainss aqui no contesta nadie o que