No es secreto que la democracia que se desarrolla en nuestras sesiones parlamentarias es de muy bajo nivel, pero desde hace ya algún tiempo está rozando peligrosamente la barrera de la tragicomedia: cientos de sueldos y cargos electos, representantes de los ciudadanos siguiendo las instrucciones del guía ideológico que levanta la mano haciendo señas según deba ser el sentido del voto de su bancada, argumentos en una dirección y voto en otra, apoyos incondicionales sea cual sea el devenir de la votación... y todo eso bañado con un cierto aire de teatro en el que cada día se representa la misma parafernalia.
Un ejemplo claro de esta situación es la intervención de la señora Oramas en el debate sobre la subida del IVA. No debe sorprendernos que el PSOE vote en contra de una moción del PP para la retirada de una propuesta hecha por el mismo Gobierno. Tampoco debe sorprendernos que el voto del PNV acuda a la llamada de auxilio de los socialistas, ya que apoyaron unos Presupuestos Generales en los que ya venía prevista dicha subida.
Pero lo que impregna todo esto de un cierto olor a putrefacción democrática es el resultado final de esta votación, en mi opinión bastante irónico, que decidió mantener esa subida del IVA gracias al apoyo de un partido regionalista Canario, representante de una comunidad donde no se paga IVA. En Canarias, el impuesto equivalente es el IGIC, impuesto dicho sea de paso que está muy lejos de subirse, y cuyo tipo general está estipulado en el 5% (en contraposición al 16 % del IVA).
Pero lo más chocante de esta situación es que la diputada Oramas, en su argumentación, no apuntó ni un solo hecho positivo en referencia a dicha subida. Es más, desgranó razones para abolir dicha medida, o retrasarla hasta el final de la temporada turística, tal y como apuntaban otros partidos, dada la dificultad que la aprobación de dicha subida iba a ocasionar al sector turístico. Eso sí, al final de su interpelación, dejo meridianamente claro que ella pensaba A, pero votaba B porque se debía a un pacto llevado a cabo con el Gobierno (para quien ande despistado, un pacto que le supone a Canarias una suculenta cifra en inversiones, unos 40 millones de €).
Paulino Rivero fué más tajante en sus declaraciones, dejando claro que esa medida es algo que no afecta negativamente a los canarios, pero que les beneficia, dado que la recaudación estatal es mayor (y por tanto, el Gobierno tendrá más dinero para volver a pactar, seguramente).
Puedo imaginarme la escena posterior en los pasillos del Congreso. La señora Oramas, a Zapatero: “Eres mi vida y mi muerte, te lo juro, compañero; no debía de quererte, no debía de quererte. Y sin embargo te quiero.”
viernes, 19 de marzo de 2010
Y sin embargo, te voto
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4 comentarios:
José, aún no he empezado a leer, pero ya quiero felicitarte por el título. mugüeno
ya lo he leído, pensaba que ibas a hablar de los votantes del PSOE, pero a esto también le queda que ni pintado el título. Muy bien
Muy bueno.
Buenas Carlos y Xesc.
Ante todo, gracias por los comentarios. En cuanto al tema del artículo, es extrapolable a los votantes del PSOE, a lasexta, a la señora Oramas y a un montón de personajes que, como ella, se centran en apretar sus ojos contra un árbol para no tener que mirar l bosque. Ese tipo de actitud, de obligarse a rebuznar sin ser burros, es todavía más triste que la inconsciencia.
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