El sector turístico va a ser uno de los más afectados por la anunciada subida del IVA que ha propuesto el Gobierno. Todos los actores implicados están de acuerdo en que la medida no hará si no mermar los ya inexistentes márgenes de los que se nutre este sector, y que propiciará a su vez el cierre de algunos establecimientos, y la inestabilidad de muchos otros.
Mientras tanto, nuestros representantes en materia turística andan como elefante en cacharrería, paseándose por ferias y congresos sin saber qué hacer, qué decir, qué ofrecer. Nuestras islas siempre han sido un referente turístico en el Mediterráneo, que ha sabido sacar partido de sus peculiaridades, adelantándose a los demás destinos, mejorando la calidad del producto ofrecido, y diversificando de manera que pudiésemos llegar a muy dispares tipos de visitante. Pero el sector turístico necesita de todo el empuje posible para mantenerse a la cabeza, para seguir siendo una referencia, puesto que muchos otros destinos han invertido mucho tiempo y dinero en volverse competitivos y atractivos.
Es por eso que nuestros representantes en dicha materia deberían explicar con todo lujo de detalles el porqué de un spot promocional con una de nuestras figuras más internacionales si después no se va a hacer uso de él en nuestros dos mercados más fieles, como son el anglosajón y el alemán. O quizás también por qué se presupuestan 12 millones de euros en una nueva plataforma web para la promoción turística ( un intento más de copiar lo que a otros no les ha funcionado ) cuando ya existen muchas y muy variadas páginas que ofrecen información turística de Baleares (véase, por ejemplo, illesbalears.es o la famosa inestur.es).
Quizás todo esto tenga que ver con qué la Consejería de Turismo ha cambiado de manos en varias ocasiones en esta legislatura hasta llegar a las de la señora Barceló, que salía rebotada de la Consejería de Trabajo y Formación (ateniéndonos a los resultados en estas dos materias, no nos daba mucho margen a la esperanza ). El Gobierno está demasiado preocupado de mantenerse en el equilibrio justo entre la moral de Código ético y los pactos antinatura para no perder la silla, y se olvida de los ciudadanos a los que representan.
El turismo es algo mucho más complejo que una playa y un hotel con piscina, y sólo espero que los que deben darse cuenta lo hagan antes de que sea demasiado tarde.
Mientras tanto, nuestros representantes en materia turística andan como elefante en cacharrería, paseándose por ferias y congresos sin saber qué hacer, qué decir, qué ofrecer. Nuestras islas siempre han sido un referente turístico en el Mediterráneo, que ha sabido sacar partido de sus peculiaridades, adelantándose a los demás destinos, mejorando la calidad del producto ofrecido, y diversificando de manera que pudiésemos llegar a muy dispares tipos de visitante. Pero el sector turístico necesita de todo el empuje posible para mantenerse a la cabeza, para seguir siendo una referencia, puesto que muchos otros destinos han invertido mucho tiempo y dinero en volverse competitivos y atractivos.
Es por eso que nuestros representantes en dicha materia deberían explicar con todo lujo de detalles el porqué de un spot promocional con una de nuestras figuras más internacionales si después no se va a hacer uso de él en nuestros dos mercados más fieles, como son el anglosajón y el alemán. O quizás también por qué se presupuestan 12 millones de euros en una nueva plataforma web para la promoción turística ( un intento más de copiar lo que a otros no les ha funcionado ) cuando ya existen muchas y muy variadas páginas que ofrecen información turística de Baleares (véase, por ejemplo, illesbalears.es o la famosa inestur.es).
Quizás todo esto tenga que ver con qué la Consejería de Turismo ha cambiado de manos en varias ocasiones en esta legislatura hasta llegar a las de la señora Barceló, que salía rebotada de la Consejería de Trabajo y Formación (ateniéndonos a los resultados en estas dos materias, no nos daba mucho margen a la esperanza ). El Gobierno está demasiado preocupado de mantenerse en el equilibrio justo entre la moral de Código ético y los pactos antinatura para no perder la silla, y se olvida de los ciudadanos a los que representan.
El turismo es algo mucho más complejo que una playa y un hotel con piscina, y sólo espero que los que deben darse cuenta lo hagan antes de que sea demasiado tarde.
3 comentarios:
Desde luego.
Juan, muchacho mira que eres parco! Espero que cuando me leas y me comentes no te cortes tanto...
Eso para Juan Luis es un cumplido. Tiene cierto complejo de extenso (será claustrofobia literaria...?)
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