Hay quien dice estos días que la sentencia del Constitucional en referencia a la consulta de Ibarretxe se ha de convertir en una sentencia de referencia en la que ha quedado establecido dónde reside la soberanía que va a tener que ser refrendada en cuestiones pendientes todavía, como puede ser el Estatuto de Cataluña.
Éste, en su artículo 5 dicho Estatuto da por hecho que el pueblo catalán es soberano para tomar este tipo de decisiones, y a partir de esa premisa, se entrelazan una red de discursos y lógicas legalmente discutibles. Pero con estos antecedentes creados, queda meridianamente claro que la soberanía no se divide en autonomías, ni en territorios, sino que reside en el pueblo español en su conjunto.
El Lehendakari tiene aún recursos para llevar adelante su consulta; debería para ello solicitar en calidad de parlamentario la reforma de la Constitución, único escollo para poder cambiar esa referencia a la soberanía. Si no lo hiciese, volvería a jugar con dados marcados, y perdería la poca credibilidad que puede quedarle. Si lo hiciese, y no saliese aprobada su propuesta, su moral debería obligarle a dejar su cargo para ser fiel a sus ideas.
Y mientras tanto, Pedro Solbes jugando a la limpieza económica del país con miles de parados a los que nadie les advirtió del carácter lúdico de su pérdida de bienestar. Y al rato, donde dije digo digo Diego, y nadie saca punta a tal incongruencia. No logro entender que este buen hombre pase de intentar ocultar la crisis con juegos de palabras, a recibir de brazos abiertos a la recesión, como quién encuentra pareja para el último lento.
viernes, 12 de septiembre de 2008
Sentencias de referencia para un gobierno sin rumbo
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