miércoles, 23 de febrero de 2011

Soneto del militante

Pido perdón a don Lope de Vega por el uso de su obra, pero en este caso, el fin justificaba los medios. Aún así, absténganse de comparaciones con el original.

Que tengáis un buen día, y espero que al menos esto os saque una sonrisa. Si es así, ya habrá valido la pena.

"Un partido me invita a ser militante,
su ideario me inspira gran respeto;
marea magenta dicen que es su reto
va siempre con la verdad por delante.

Yo pienso que UPyD será importante
y estamos implicados por completo;
ciudadanos, como ustedes, sin más vetos,
no hay PP o PSOE que le espante.

Por las puertas del Congreso van entrando
y parece que entran con pie derecho,
pues cambios en el mismo se están dando.

Ya es la hora de UPyD, y aun sospecho
que las dudas os siguen devorando;
confiad en Rosa Díez, y está hecho."

Saludos.
Jose Luis Cortés

UPyD y la regeneración democrática

Cuando hablamos de regeneración democrática siempre lo hacemos con la vista puesta en las instituciones, los partidos políticos, los representantes de los trabajadores y los ciudadanos, etc. Pero cabe recordar que dicha regeneración debe partir de los mismos ciudadanos, de quienes vivimos en primera persona las sinrazones de unas instituciones que, cada vez más, viven en paralelo y con sus propias normas legales y morales.

UPyD nace como movimiento cívico, de las mentes y las acciones de ciudadanos descontentos. UPyD crece, también en Baleares, gracias a ciudadanos que buscan un cambio en las formas, y no sólo en las siglas. Quizás por eso es tan incómodo el discurso que intentamos hacer llegar a los ciudadanos, y quizás por ello también somos ninguneados por los medios de comunicación afines a uno u otro partido.

Los casos de corrupción, las noticias acerca de la compra de votos, escaños de quita y pon, tránsfugas y deserciones, cambios de bancada…todas ellas noticias que hacen que la desvinculación de la política y la sociedad sea cada vez mayor. Y es por ello que UPyD se convierte en una herramienta muy útil para darle un empujón al cambio de formato. Los ciudadanos debemos dejar clara nuestra disconformidad, de forma valiente y clara, de forma activa, valorando la opción política que más nos represente, que haya demostrado y esté demostrando la cercanía a los ciudadanos, y sobretodo, que muestre de forma transparente su discurso, inequívoco y firme, sea el que sea el auditorio al que vaya dirigido.

Dejemos ya de ser cómplices inertes de un sistema que no gusta a nadie más que a los que se benefician de él. Debemos revelarnos contra el pasotismo político que a tantos conviene, y que tanto se molestan en mantener algunos.

UPyD es mi opción para estas próximas elecciones. Te animo a que te informes y decidas cuál es la tuya.

jueves, 17 de febrero de 2011

Sindicatos de dos velocidades

Cuando el fin de semana pasado recibí un mail de CCOO en Baleares para animarme a reclamarle al señor Bauzà el desbloqueo de la nueva Ley de Igualdad de Baleares, he de reconocer que me abordaron dos sentimientos bastante contradictorios:

-Por una parte, me alegraba saber que por fin un sindicato llamado mayoritario plantaba cara de forma rápida y ágil a un problema, al parecer, creado por un partido político, simplemente por cuestiones de conveniencia. Se nos invitaba a la queja formal mediante escrito al presidente del PP Balear, y a acudir a la manifestación que iba a tener lugar frente a la sede de dicho partido.

-Por otra parte, me desilusionó comprobar que las medidas y la agilidad con las que se llevan a cabo dependen del destinatario de las mismas. ¿Dónde ha estado escondida esa agilidad mientras las listas del paro se han ido incrementando mes a mes? ¿Dónde estaban entonces estos activistas sindicales tan predispuestos?

Para más decepción, me sorprende comprobar que la acogida de las acciones sindicales, su promoción y su capacidad de movilización siguen siendo nulas. Si no me creen, miren la foto que cuelgan ellos mismos en su página web, donde se catalogan como un grupo representativo.

http://www.ib.ccoo.es/webbaleares/menu.do?Informacio:Noticies:122977

Los sindicatos están cada vez más lejos de los ciudadanos a los que dicen representar. Las subvenciones les nublan la capacidad crítica, les merma la capacidad activa y sobretodo, les hipoteca la voluntad, en favor de quien suelta el dinero de todos.

Cuando entiendan que sólo serán representativos en el momento en que se autofinancien con las cuotas de sus afiliados, quizás sea demasiado tarde para ellos. Nosotros, los ciudadanos, seguiremos igual que ahora, desprotegidos, por lo que no notaremos la diferencia.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Aceptamos pulpo

Esto es lo que debe haber pensado Zapatero cuando el señor Mas ha acudido a la Moncloa a solicitarle un aumento en la capacidad de endeudamiento para Cataluña. Mas vino a tomarse un café y a jugarse una partida, y se trajo de casa su propio tablero.

Zapatero, por su parte, he tenido que adaptarse a las normas de juego impuestas por el President de la Generalitat, ha tenido que aceptar que las exigencias superasen con creces lo que él estaba dispuesto a dar, para acabar al final la partida, cuándo y cómo el señor Más quiso. De allí salieron todos contentos: Por una parte, el señor Mas volvía a Cataluña con soluciones a sus problemas de financiación, y el señor Zapatero mantenía sus apoyos en el Congreso, que le aseguran un final de trayecto bastante más tranquilo.

El problema llega cuando el resto de Comunidades Autónomas se enteran de la noticia, las reglas impuestas por Mas dejan de ser válidas, al menos para quienes se ven agraviados por los resultados de la reunión. Más es el dueño del tablero, y se ha propuesto una independencia financiada, con un único vínculo con el Estado, que es su apoyo parlamentario al presidente que le financia. Dicho así, hasta a mi me suena a trama burlesca.

El resto de presidentes autonómicos han saltado de sus sillones presidenciales para pedir explicaciones, los que hicieron bien las cuentas y los que no, los del PSOE y los del PP. Y mientras tanto, la señora Merkel dándose cabezazos contra la pared, como quien ve fracasar de nuevo a su peor alumno. Menos mal que las penas, con jamón de jabugo y vino español, son más llevaderas.

viernes, 4 de febrero de 2011

Odiosas comparaciones

Ayer, mientras veía la foto de familia de los gobiernos de España y Alemania junto a los representantes sindicales y patronales, no pude evitar cierta envidia por aquellos vecinos germanos, que disfrutan de una madurez democrática de la que estamos muy lejos.

Pero claro, opiniones como las de los dirigentes sindicales, indicando que España tiene poco que aprender de otros países, nos demuestran que nuestras ansias de cambio son nulas, y que el pasotismo ante los sistemas anclados en el pasado es cada vez mayor.

Una de las diferencias más importantes entre Alemania y España, y que ayer quedó en evidencia, es la politización de los sindicatos: España destina grandes partidas presupuestarias a la financiación de unos sindicatos que, de otra forma, no podrían sustentarse con las cuotas de sus afiliados, quizás por la poca representatividad de los mismos. Alemania, entre tanto, dispone de sindicatos autofinanciados, de tal forma que son objetivos y pueden tomar decisiones sin miedo a que eso desestabilice su relación con el gobierno alemán.

Esa libertad de actuación, tan envidiable, convierte a los sindicatos alemanes en un factor negociador muy importante, en cuanto a políticas de empleo, a convenios, sistemas de compensación social, etc., mientras que nuestros sindicatos deambulan por los pasillos de la Moncloa buscando la foto que les haga el menor perjuicio posible a su imagen, jugando al ratón y al gato, pero sin darse caza, guardando siempre las apariencias.

Por otra parte, el modelo de estado alemán les ha dotado de una estabilidad suficiente, que sumada a la representatividad de todos sus miembros, ha convertido a Alemania en un gigante que camina en la misma dirección, y con los objetivos globales muy claros. En cambio, en España, los 17 intereses regionalistas, en continuo choque con los estatales, han convertido a nuestro sistema en una fábrica de incongruencias que debilitan una política gubernamental que hace tiempo que dejó de ser común, y con ello representativa.

Aviso a la población: El simulacro de bonanza económica ha terminado. Los parados ya pueden volver a repoblar los parques, las colas del paro pueden volver a dar la vuelta a la manzana, y los políticos pueden volver a … a hacer lo que sea que hagan ellos normalmente.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Auditoría Alemana.

La visita de la señora Merkel debe estar siendo un quebradero de cabeza para los miembros del gobierno, que buscarán plagar de fotografías esas horas en las que nuestra socia alemana se paseará por nuestras instituciones en busca de los resultados que se le exigieron a nuestro país hace ya unos meses.

El caso es que la visita no llega en el mejor momento, y quizás por ello hay que evitar que la señora Merkel haga cualquier tipo de pregunta; lo importante es dárselo todo mascado, no dejar espacio para la improvisación, no permitirle ahondar en algunos de los datos maquillados que le demos., y sobre todo, no dejar a su alcance ningún periódico ni pantalla de televisión en la que pueda descubrir que muchos de nuestros políticos autonómicos siguen sin haber entendido bien eso de la austeridad.

Porque a alguien se le ocurre pensar qué ocurriría si descubre que el mismo día que se firma ese pacto en la Moncloa, la cifra de parados nos demuestra que ninguna de las medidas tomadas está surgiendo efecto. O peor aún, qué ocurriría si descubriese que en esa mesa los españoles no estábamos representados, que el Congreso de los diputados no estaba presente en ese pacto que ha de ser tan importante para nuestro futuro.

Quizás hubiese sido mejor que la visita se hubiese desarrollado en nuestra isla, en Mallorca, que ha demostrado ser más acogedora con los hermanos germanos. Aunque pensándolo bien, imagínense que en esa visita va y se reúne con el señor Middelman, y éste le comenta que, en época de crisis, cuando todas las compañías salen huyendo de nuestras islas para buscar amparo en empresarios y gobiernos que les financien, van y le incitan a utilizar el catalán en sus vuelos, con el sobrecoste que ello supone.

Mejor será que la recojan en la escalerilla del avión, la lleven a un tablao flamenco y le pongan ciega a embutidos y caldos de la tierra. Volverá a Alemania con la misma idea de fracaso de nuestro gobierno, pero al menos con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Si, además, le dejamos vendernos los beneficios de la competitividad en el mercado de trabajo, y llevarse a con ella a nuestros mejores profesionales, para una de las dos partes, la visita habrá valido la pena.